Cuando existen patologías no
controladas que implican una interacción con el sodio y potasio, se elevan los líquidos
a nivel de las células y el paciente puede presentar edema, para lo cual se
recomienda una dieta controlada en líquidos.
De igual manera, también puede
darse una condición de deshidratación, en cuyo caso debemos de incrementar el
consumo de líquidos con la finalidad de restituir algunos minerales.
Otro caso de aplicación de
esta dieta es en cirugías, donde los líquidos se vuelven necesarios en
cantidades normales y deben consumirse de 30 a 60 minutos después de los
alimentos, con la finalidad de que el vaciamiento gástrico sea lento.
Indicaciones de
uso:
î
Enfermedad renal
î Hipertensión
î Diarrea y vomito
î Fiebre
î Laparotomía
î
Resección gástrica
Guía de alimentos: para esta dieta
debe monitorearse el contenido de agua de los alimentos, además del agua bebida
y la usada en la preparación de los alimentos, así como el agua metabólica, además
de considerar las pérdidas por orina, sudor, heces, etcétera para vigilar
el balance hídrico del paciente.
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